Absalón
131Pasó cierto tiempo. Absalón, hijo de David, tenía una hermana muy guapa, llamada Tamar, 2y Ammón, hijo de David, se enamoró de ella tan apasionadamente, que se puso enfermo por ella, pues su hermana Tamar era soltera, y a Amnón le parecía imposible intentar nada con ella. 3Amnón tenía un amigo llamado Jonadab, hijo de Samá, hermano de David. Jonadab era muy hábil, 4y le dijo:
-¿Qué te pasa, príncipe, que cada día tienes peor cara? ¿Por qué no me lo cuentas?
Amnón respondió:
-Tamar, la hermana de mi hermano Absalón; estoy enamorado de ella.
5Entonces Jonadab le propuso:
-Acuéstate como que estás enfermo, y cuando tu padre vaya a verte, le pides que vaya tu hermana Tamar a darte de comer: que te prepare algo allí delante, para que tú lo veas, y te lo sirva ella misma.
6Amnón se acostó y se fingió enfermo. El rey fue a verlo y Amnón le dijo:
-Por favor, que venga mi hermana Tamar y me fría aquí delante dos buñueños y que me los sirva ella misma.
7David envió un recado a casa de Tamar:
-Vete a casa de tu hermano Amnón y prepárale algo de comer.
8Tamar fue a casa de su hermano Amnón, que estaba acostado, tomó harina, la amasó, la preparó y frió los buñuelos delante de Amnón. 9Luego los sacó de la sartén delante de él, pero Amnón no quiso comer, y ordenó:
-¡Salid todos!
10Cuando salieron todos, Amnón dijo a Tamar:
-Trae la comida a la alcoba y dame tú misma de comer.
Tamar tomó los buñuelos y se los llevó a su hermano a la alcoba; 11pero al acercarse a él para darle de comer, Amnón la sujetó y le dijo:
-Ven, hermana mía, acuéstate conmigo.
12Ella replicó:
-No, hermano mío; no me fuerces, que eso no se hace en Israel, no hagas esa villanía. 13¿Dónde iré yo con mi deshonra? Tú quedarás como un villano en Israel. Por favor, díselo al rey, que no se opondrá a que yo sea tuya.
14Pero Amnón no quiso hacerle caso, la forzó violentamente y se acostó con ella. 15Después sintió un terrible aborrecimiento hacia ella, un aborrecimiento mayor que el amor que le había tenido, y le dijo:
-¡Levántate, vete!
16Pero ella le suplicó:
-¡No, hermano; despacharme ahora sería una maldad más grave que la que acabas de hacer conmigo!
17Pero él no le hizo caso; llamó a un sirviente y ordenó:
-¡Echadme a ésa a la calle! ¡Y ciérrale la puerta!
18(Ella llevaba una túnica con mangas, porque así vestían tradicionalmente las hijas solteras del rey). El sirviente la sacó a la calle y le cerró la puerta.
19Tamar se echó polvo a la cabeza, se rasgó la túnica y se fue gritando por el camino, con las manos en la cabeza. 20Su hermano Absalón le preguntó:
-¿Ha estado contigo tu hermano Amnón? Bueno, hermana, tú calla; es tu hermano, no te atormentes por eso.
Tamar se quedó, desolada, encasa de su hermano Absalón.
21El rey David oyó lo que había pasado y se indignó, pero no quiso dar un disgusto a su hijo Amnón, a quien amaba por ser su primogénito. 22Absalón no dirigió una palabra ni buena ni mala a Amnón, pero le guardó rencor por haber violado a su hermana Tamar.
Asesinato de Amnón
23Dos años después, estando Absalón de esquileo en Baal Jasor, junto a Efrón, convidó a todos los hijos del rey. 24Se presentó al rey y le dijo:
-Un servidor está ahora en el esquileo. Dígnese a venir conmigo el rey y su corte.
25El rey respondió:
-No, hijo; no vamos a ir todos a serte una carga.
Él insistió, pero David no quiso ir, y lo despidió con su bendición. 26Absalón le dijo:
-Que venga con nosotros por lo menos mi hermano Amnón.
El rey preguntó:
-¿Para qué va a ir contigo?
27Pero Absalón insistió, y entonces David mandó con él a Amnón y a todos los hijos del rey. Absalón preparó un banquete regio 28y ordenó a sus criados:
-Fijaos. Cuando Amnón esté ya bebido y yo os dé la orden de herirlo, lo matáis, sin miedo ninguno; os lo mando yo. Ánimo, sed valientes.
29Los criados de Absalón cumplieron sus órdenes. Rntonces todos los hijos del rey emprendieron la huida cada uno en su mulo. 30Iban todavía de camino, y ya le llegó a David la noticia:
-¡Absalón ha matado a todos los hijos del rey y no queda ninguno!
31El rey se levantó, se rasgó las vestiduras y se echó por tierra. Todos los ministros se rasgaron las vestiduras. 32Pero Jonadab, hijo de Samá, hermano de David, dijo:
-No piense su majestad que han matado a todos los hijos del rey. Sólo ha muerto Amnón. Absalón lo decidió el día que Amnón violó a su hermana Tamar. 33Así que no se preocupe su majestad pensando que han muerto todos los hijos del rey, porque sólo ha muerto Amnón, 34y Absalón ha huido. El centinela, alzando la vista, vio un gran gentío por el camino de Joronaín, en la cuesta, y avisó al rey:
-He visto gente por el camino de Joronaín, por la ladera del monte.
35Jonadab dijo al rey:
-Son los hijos del rey que llegan. Pasa lo que decía tu servidor.
36Acababa de hablar, cuando entraron los hijos del rey gritando y llorando. También el rey y toda su corte se echaron a llorar inconsolables.
37a Absalón fue a refugiarse en el territorio de Talmay, hijo de Amihud, 38rey de Guesur, donde permaneció tres años.
37b El rey David guardó luto por su hijo todo aquel tiempo. 39Pero después de calmar su dolor por la muerte de Amnón, el rey cesó en su cólera contra Absalón.
Explicación.
13,1-22 Respecto a Saúl. David ha aumentado el número de mujeres y concubinas, que pueden ser señal de riqueza y prestigio. Los hijos de estas mujeres viven en casa propia con servidumbre personal, las hijas no casadas viven recluidas en una sección aparte. Las relaciones familiares se realizarían en ocasiones especiales. quizá en fiestas.
En la legislación antigua no está prohibido el matrimonio entre parientes; la legislación de Lv 18 y Dt 27,22 prohíbe el matrimonio entre hermanos de padre o madre. El matrimonio de Amnón y Tamar estaría permitido en la legislación antigua. Según Dt 22,28-29, quien viola a una doncella tiene que pagar una compensación al padre y casarse con ella.
La presente narración es notable por el retraso calculado de los sucesos: el consejo de Jonadab se detiene a la mitad, la ejecución repite los pasos de dicho consejo y sigue adelante; en ese momento se retrasa el desenlace deteniéndose en detalles culinarios; otro retraso lo introduce la resistencia de Tamar. Después todo se precipita, descollando ese cambio violento del amor en aborrecimiento.
La escena culinaria aumenta el clima sensual, sobre todo si consideramos que los buñuelos (traducción hipotética) son en hebreo "corazones" (leb), y el guisarlos se dice "corazonar" (lbb), verbo que en Cant 4,9 significa enamorar. También son notables algunos efectos de sonoridad en momentos clave, que iremos señalando.
Finalmente, como fondo de esta historia, debemos tener presente el adulterio de David: se repite una historia parecida, el primogénito sale al padre.
13,1 Amnón es el primogénito, hijo de Ajinoán de Yezrael; Absalón es el tercero, hijo de Maacá, la hija de Talmay rey de Guesur; Tamar significa Palmera. Toda la historia sucede entre hermanos o medio hermanos, con la condescendencia del padre. Jonadab es primo de ellos.
13,4 Las seis palabras que pronuncia Amnón comienza por alef (una oclusiva que precede a la vocal inicial), como en suspiros entrecortados.
13,6-7 Al repetir Amnón las palabras sugeridas por su primo, cambia y concreta, haciendo más insinuante su petición; David no capta el doble sentido de las palabras.
13,8-9a La acción de Tamar se fracciona en seis verbos solícitos, minuciosos, a los que responde el escueto desaire del hermano.
13,9b-10 En contraste, las órdenes de Amnón son breves.
13,11 La petición amorosa de Amnón acumula vocal i, como piezas semejantes del Cantar; en el Cantar, "hermana" es apelativo cariñoso de la amada.
13,12-13 En las palabras de Tamar se formula la reprobación del hecho, curiosamente, sin referencia alguna religiosa. Es algo que no se hace en Israel, es una villanía (nebala, como en los casos de violación de Gen 34,7 y Jue 19,23.24). La respuesta tiene cierta regularidad rítmica, con algo de sentencia moral. Es fuerte el paralelo "yo-tú", pronombres enfáticos encabezando oraciones gramaticales.
13,15 Repitiendo cuatro veces la raíz "aborrecer" y dos veces la raíz "amar", el narrador subraya el cambio súbito y la intensidad del aborrecimiento. Es un acierto psicológico. La orden final de Amnón es la más breve que ha pronunciado en todo el pasaje.
13,17 Evita el nombre, dice "ésa" con tono despectivo.
13,18-19 La aparición de Tamar con vestido de virgen es patética, y el gesto común de rasgarse el vestido asume aquí profundidad simbólica.
13,21 Completamos el verso hebreo con las traducciones antiguas, que denuncian la debilidad de David. 1 Dm 2,29.
13,23-36 La venganza de Absalón se alarga en los preparativos y en las consecuencias, mientras que el núcleo, el asesinato, se menciona indirectamente: "Los criados cumplieron sus órdenes". De esta manera subraya el autor la paciente espera; además hace resaltar el carácter familiar: el rey mismo ha de entrar en el juego y todos los príncipes han de participar. La venganza va a tener testigos de excepción, la tragedia va a tener un marco familiar y festivo. No olvidemos que esta familia es "casa de David", y como tal está incluida en la promesa dinástica.
Por la misma razón, el autor nos da el punto de vista de la corte, los efectos de la acción más que la acción misma. El hecho llega a la corte en tres tiempos, cada uno con valor propio: primero es una falsa noticia que se adelanta, después un tropel de jinetes que suben, finalmente son los hijos del rey.
La falsa alarma implica algo gravísimo: si han muerto todos los hijos de David y sólo queda el asesino de todos ellos, ¿quién sucederá a David?, ¿qué será de la promesa de fundar una dinastía? El caso de Abimelec, hijo de Gedeón, parece repetirse. ¿Tendrá David que ajusticiar al hijo asesino? Jonadab, el cínico consejero de Amnón, conserva la calma para interpretar correctamente la noticia y tranquilizar al rey. Sus palabras tienen más lucidez que tacto, cuando pide al rey que "no se preocupe", como si la muerte del primogénito no fuera una mala noticia.
11,23 Sobre la fiesta del esquileo véase el ejemplo de Nabal (1 Sm 25).
13,26 Viene a la mente el recuero de dos hermanos, Caín y Abel.
13,27 El detalle del banquete se lee sólo en las traducciones antiguas.
13,28 1 Mac 16,16.
13,30 Jue 9,5.
13,34 El centinela no habla de jinetes, sino de gente; en rigor podría ser el séquito de los príncipes.
13,37 Es su abuelo materno.
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